Los libros mal conservados afectan al sistema respiratorio. Cada vez que se abre un libro hay un riesgo. Lo mismo sucede cuando se trabaja con archivos en papel u otros materiales similares. Afecciones pulmonares, ataques bacteriales y un sinfín de hongos de distinto tipo pueden afectar al ávido lector en su casa o en una biblioteca. Esas bacterias también pueden terminar con el libro y contaminando todo el espacio.
Fuente; Soy Bibliotecario Blog
Gracias por tu tiempo y tu lectura. Esp.Silvina Noguera